jueves, 20 de enero de 2011

no digas nada, dices con la mirada más de lo que crees...

No concibo el amor sin admiración, para sentirme querida, tengo que sentirme admirada, y para amar, tengo que sentir admiración.

Quizás por eso la quiero tanto.

Mujer incansable de energía desbordante, apaga su batería en 2 segundos mientras el sueño la inunda, con el fin de rellenar un poco más si cabe su pantano de reserva que hará de mañana un día nuevo maravilloso.
Es una buscadora, de sensaciones, de conocimientos, de experiencias. Tiene los ojos brillantes y vivarachos, con la forma de medias lunas inclinadas en sus extremos hacia arriba, como los ojos de los esos dibujos que se utilizan para trabajar las emociones. El monigote de la alegría, lleva dibujados los ojos de la africaine.

Cree en el amor por encima de todo, y pone romanticismo en todo lo que hace, lo ve por todos lados aunque los demás no le encontremos la magia a eso de dejar de fumar en Senegal.. Es transparente, directa, noble. Ella no finge, como mucho calla, pero no engaña y su cara es reflejo de sus pensamientos. No regala halagos por doquier, ni amores a raudales. Cree demasiado en el verdadero amor, en los verdaderos amigos, en los sentimientos reales, como para frivolizar sobre los quereres, como para entregarlo a quien no se lo merezca. De la misma manera, no entiende el querer sin la sinceridad cuando se la pides. No te dice lo que quieres oír, te dice la verdad y a continuación, se pone a tu disposición para ayudarte, o pone su hombro para que llores, o te propone un plan curapenas.

No frivoliza jamás sobre los amores, ni siquiera consigo misma. Sabe que es especial, pero no le gusta demasiado que se lo digan tanto; también quiere escuchar sus defectos, sus errores para poder mejorar. Está en continuo proceso de revisión, de aprendizaje, de superación. No se le pone por delante nada. Se coge los miedos, las malas experiencias, las lágrimas pasadas, se las mete en la mochila, y ya no hay mundo suficientemente grande.

Mafalda de poco sosiego, pregunta y da vueltas hasta que entiende la respuesta, hasta que da con la solución. Es capaz de llegar a las teorías más inteligentes y curiosas y a la vez conservar la ingenuidad de quien se queda con lo mejor del mundo, de quien no se contamina de las miserias ajenas.

Baila sin parar, canta a gritos, cocina cosas nuevas y se ríe a carcajadas. Pretende quitar de su vocabulario expresiones infantiles, y exclamaciones de adolescente... Pero es fuego, y exaltación y no puede aguantar sus coletillas, sello de la casa.

Es prudente y reservada para según que cosas. Sobretodo para las tristezas. Si tiene un día malo, te lo dice al día siguiente, cuando esos ojos ya están sonriendo de nuevo. Inagotable fuente de planes, de iniciativa, de dotes organizativos, echa de menos de vez en cuando recostarse en algún carro que la lleve, y dejar de tirar por todos... pero en una de estas, le sale de nuevo la toma de decisiones, y ya no hay tu tía...

Nunca sabremos lo que llegará a ser porque siempre está siendo.

Pero lo mejor, nenina, es que no importa dónde llegues, no importa cuántas veces busques tu sitio...que tus incondicionales te siguen...




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