Este adios, no maquilla un hasta luego,
este nunca, no esconde un ojalá.
Estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré.
Ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas, son las de después.
A este ruido tan huérfano de padre,
no voy a permitirle que taladre a un corazón podrido de latir.
Este pez, ya no muere por tu boca,
este loco, se va con otra loca,
estos ojos, no lloran más por tí.
.... se filtra la desolación de saber que estos son los últimos versos que te escribo.
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