Para alguien que no tiene creencias religiosas, la semana santa siempre viene bien para viajar, descansar, ver a los amigos con los que nunca tienes tiempo para quedar, limpiar la casa, comer caliente en casa de tu madre, o irse a cenar mañana a casa de un amigo que ha hecho convocatoria de: Parrillada ateo-agnósitica.
Aún así, a parte de venir muy bien estos días de asueto, una no deja de observar perpleja las celebraciones religiosas que estos días tienen lugar a lo largo y ancho de nuestro país.
Durante estos días en los noticiarios televisivos casi no se habla de Libia, de los presos políticos saharauis liberados, de la crisis, de Espe y la privatización progresiva de la sanidad pública, de Japón y sus fugas nucleares...
La España más rancia, católica y anclada en el pasado, resurge en forma de procesiones de imágenes barrocas porteadas por hombres (las mujeres están vetadas) durante largas horas. En estos días, por la televisión se pueden ver las diferentes modalidades de fe y sacrificio. Los hay que van descalzos, los hay que van de capirote a lo Ku Klux Klan, hay los que se azotan con cuerdas, se purifican apretando sus cilicios, o los que directamente se crucifican tal cual en una cruz con una punta del 12 y un martillazo seco del cofrade mayor.
A todo eso, hay que añadir la parafernalia complementaria, a saber: las señoras de bien con su mantilla negra y su labio rojo, los lloros desconsolados de los nazarenos y sus fans cuando la lluvia les impide dar la vuelta al ruedo, la visita de "la" Melanie Griffith y su Antxonio, los legionarios que acompañan a algunos de los pasos (esta vez sin cabra) y el que se forra en Sevilla alquilando la terraza desde donde la más grande le cantaba a su Virgen de Regla.
Y es que la fe, mueve montañas... de dinero, fundamentalmente.
A mí, me da miedo. He de reconocerlo. Me da miedo cuando veo un bebé a lo Kurt Cobain pasando entre las manos extendidas de una masa de gente, llorando el pobre como un cordero degollao para que llegue a tocar la imagen pertinente. Me da miedo que los criterios para indultar a una persona privada de libertad, pasen por cuestiones religiosas. Me da miedo que nos creamos tan occidentales, tan guapos, tan rubios, tan altos, tan modernos, tan "semos europeos" y luego seamos capaces de juzgar si una niña va a su escuela con el yihab en la cabeza, o hagamos una manifestación para que cierren la mezquita de nuestro barrio.
Cierto es, que no soy objetiva. No puedo. No puedo ser objetiva porque tengo aversión a la Institución eclesiástica católica, a su hipocresía, a sus delitos continuados contra la humanidad, a sus manifestaciones fascistas, a sus pederastas ocultos, a su intromisión política, a su doble moral, a su protagonismo en mi país laico, a su derroche, a su poder económico, a su jerarquía, a sus postulados, a sus anulaciones matrimoniales de folclóricas previo pago, a su codicia, a su misoginia, a su homofobia, a su apología al miedo, al miedo a ser, a vivir, a pensar, a querer, a decidir .
Tengo aversión a la historia de la religión cristiana, manchada de tanta, y tanta, y tanta sangre de hombres y mujeres hermanos. Ingentes cantidades de sangre, muerte y dolor.
Y lo más chirriante es que todo esto empezó con un señor, un tal Jesús. Uno que ponía la otra mejilla, que compartía lo que tenía, que no creía en la propiedad privada y defendía la redistribución de la riqueza. Hasta ahí, todo estupendo. En este momento, hasta sería de los míos....
Pero ya se empezó a torcer todo el cuento con la milonga de la paloma, y que si tres en uno, y uno en todos.. que si un pez son mil, y el mar se abre en dos.... Y de aquellos polvos (porque hubo polvos como toda la vida de dios...) llegamos a estos lodos: ¿qué importa si en el continente africano, en vez de morir por no tener agua potable, de malaria, de hambre, de chagas, de gripe, de tifus, de la enfermedad del sueño, de pena... mueren de SIDA? no importan, son los invisibles... y al menos, después de la vida puta que les toco vivir simplemente por el hecho de nacer, si no usan condón pues van al cielo...
¿En qué momento se torció todo? ¿en qué momento bajo el amparo del nombre de Dios, la Iglesia alentó el comienzo de guerras, de torturas, de exterminios, de quemas en la hoguera, de evangelización obligatoria de pueblos indígenas, de robos continuados a los pueblos pobres? ¿Cómo fue posible?
En fin, que feliz semana... que para que sea feliz, suele estar bastante reñida con lo de santa...
pd; mis respetos a todas la mujeres y hombres que por convicciones religiosas cristianas, musulmanas, judaístas, hinduistas, maoistas... dedican su tiempo a mejorar la vida de los invisibles, a dar alguna oportunidad al que no la tiene. Mis respetos a su fe, a su hacer... por lo que son, por lo que hacen, sin importarme en nombre de quién.