mi kamchatka está en los sures, entre mares y soles de mil colores. Se me cae constantemente, se derrumba y tengo que construirla de nuevo en otro lugar. Últimamente anda buscando su sitio, estuvo cerrada por derribo, pero no cesamos en el empeño de búsqueda de nuestro lugar, de aquel donde la alas no son un problema, donde la verdad es más cierta que cualquiera, donde amar y compartir y sentir, es más importante que el tener, que el deber, que el conseguir. Igual un día me caigo y ya no puedo volver a levantarme, mientras tanto... por favor, que nadie ni nada arruine mis sueños...
os dejo con el reportaje de Público "kamchatka, realmente, lejos de todo"
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