martes, 13 de julio de 2010

psss

Sales de casa por la mañana, normalmente con mucha prisa, con el maletín, el bolso, las gafas de sol, el teléfono que suena, las baldosas horribles de Oviedo que son una trampa mortal atrapatacones, tuercetobillos y chiscapantalones... los semáforos que se ponen rojos en cuanto tú llegas y se hacen eternos... porque mierda, vas tarde. Y siempre vas pensando en por qué entraste en facebook, por qué te pusiste a leer los blogs de Público, por qué siempre te entretienes en cosas que puedes hacer en cualquier otro momento, como por ejemplo, ponerte a limpiar las sandalias blancas que llevaste el otro día a Bayas y se quedaron negras de la arena que conserva restos de carbón. No te las vas a poner hoy!! probablemente hasta el sábado que vuelvas a la playa no vas a ponértelas... pero aún así, el mejor momento que encuentras para limpiarlas es un martes 13 a las 8 de la mañana.....

Pues eso, que bien por las sandalias o por pasar la aspiradora, vas con mucha prisa sorteando obstáculos. Cruzas la acera.... y vaya!, ahí está, un andamio repleto de obreros. Comienza la carrera, el paso se acelera aún más, pasas por debajo lo más rápido posible con la mirada al frente y cara de pocos amigos..Y cuando ya has pasado, cuando ya crees haberlo superado, un chissss, chissss, un pssss, o lo peor de todo, un chasquido con la lengua en el paladar y la boca ligeramente ladeada, hace plantearte en qué momento te convertiste en oveja, en vaca, en pita... en qué momento???!. Normalmente te acuerdas de la madre del individuo y de su tía de Cuenca mascullando en bajito, hasta que un día, como hoy, te das cuenta que será un día pa morenos, y tú que eres rubia, das la vuelta, y le dices: Gilipollas, ¿que te crees que soy una res, imbécil?. Y entonces, sorprendentemente, el elenco andamil al completo, te aplaude.

Pero no somos las únicas sufridoras del psss. Siempre paso bochorno cuando estoy en una mesa comiendo y alguien, casi el 100% de las veces, del sexo masculino, llama a golpe de psss, chisss, o chasquido de dedos (ya pa morirse) al camarero o camarera con el fin de que se acerque a tu mesa o de pedirle la cuenta... pero claro, en esta ocasión, aunque el profesional tenga un día pa morenos, tampoco puede decir eso de: gilipollas, ¿te crees que soy una res?

Señores del mundo mundial: destierren los psss, chisss y chasquidos de dedos o de lengua de su repertorio onomatopeyístico para dirigirse a sus congéneres. ¿Qué pasó con el "disculpa" y con el Perdone!!? Los sonidos, balbuceos, resoplidos.... por favor....imprescindibles... pero sólo en la intimidad.

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