viernes, 18 de junio de 2010

gracias



Pintaba bien el día, es viernes, y por fin los rayos de sol rellenan al menos el poso de nuestros embalses vacíos de energía.
Todavía quedaban reuniones y trabajo, pero ahora que ya no quedaba gente en la planta, iba a poner a Dylan a cantar para mí, a romper el silencio y la calma que se quedan atrapados en el edificio un viernes a las casi tres de la tarde.

Pero ha muerto mi Saramago, el vuestro, y algo se apagó por dentro. Era mayor, ya lo sé. Tenía 87 años, y la suerte de una cabeza brillante hasta el último momento. Tan brillante, que quizás ese tipo de personas no deberían de morir nunca.

Creo que ya no voy a poner música, ya me apetece el silencio y la calma intactos, tal cual. Para pensar, para pensar en las letras de Saramago, porque sin sus ideas, no vamos a ninguna parte.

Os dejo con la última entrada de sus otros cuadernos, con fecha de ayer:

Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que sin ideas, no vamos a ninguna parte.

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