martes, 24 de mayo de 2011

divagando...

Normalmente no escribo de política en el blog, quizás porque 14 horas del día o más me las paso rodeada de política y me apetece que mi kamchatka sea otra cosa. Pero lo cierto es que la política está en todo lo que nos rodea, nos empapa porque vivimos en sociedad, y kamchatka, mi sentir, mis ideas, mis sueños, mis miserias y mis divinidades, se ven afectadas por los últimos acontecimientos.
A veces pienso que la crisis no es lo bastante dura, que a pesar de las grandes dificultades que está pasando mucha gente con voz y rostro que veo día tras día en mi trabajo, quizás si pusiésemos en una balanza del bien común pesaría más el despertar y el cambio en detrimento de unos años jodidos para muchos, aún siendo conscientes de los dramas personales que esconde cada cifra de la estadística. Quizás deberíamos de ser más personas las que tendríamos que estar pasando una crisis económica grave para reaccionar de una vez, y sobretodo para entender, que falla todo un sistema, que la crisis es más que política, sistémica, que no hace falta inventar nada, que hay que virar hacia el estado de bienestar, hacia el socialismo, hacia las políticas públicas, hacia el comunismo, hacia la redistribución de riqueza, la sostenibilidad, hacia el consumo responsable, la igualdad, los impuestos progresivos, la ecoeducación, hacia una banca pública, una reforma laboral social, real y fuerte a través del aumento de la deuda pública, una recuperación de los miles de millones que se inyectaron a la banca privada para que continúen con unos beneficios desorbitados, una recuperación de los impuestos que se perdonan a los que más tiene, una persecución real a los paraísos fiscales, al blanqueo de dinero, una nueva ley electoral que acabe con el bipartidismo atroz, hacia un avance en las políticas de sanidad, educación, empleo y cultura en detrimento de aquellas que pueden esperar a tiempos de bonanza. No hace falta inventar nada, no hace falta, sólo tenemos que despertar, creernos que hay otras maneras de salir de esta crisis, y avanzar hacia otro modelo de un sistema que ha demostrado ser una torre de naipes, que se cae por su propio peso, que es insostenible y que cada vez abre más la brecha entre los que tienen muchísimo y los que tienen apenas nada.

Estamos indignados, ignorados, decepcionados, angustiados, hastiados y hartos. Hemos pasado horas debatiendo, escuchándonos y desgranando cada tema, cada problema, cada preocupación desde la realidad de la gente. Pero aún no ha bastado, aún no es suficiente. La mayoría aplastante de las políticas de derechas no deben frenarnos ni hacernos cesar en el empeño. Era lo previsible, era lo esperado. Tenemos que ser inteligentes, y pensar, pensar como canalizar toda esa fuerza, toda esa indignación. No tengo ni idea cómo. Necesitamos propuestas concretas porque el todo puede con nosotros. Necesitamos gente que lleve nuestras propuestas a los lugares donde se deciden las políticas de nuestras vidas. Tenemos que leer, y saber qué hacen unos y que hacen otros, escuchar y no bajar la guardia. La revolución no se hizo en un día, nadie dijo que era fácil. Tenemos el mundo en nuestras manos, estemos donde estemos, tenemos el mundo en nuestras manos.
La izquierda tendrá que dar respuesta a toda esta indignación. Si pedimos lo mismo, ¿por qué no se sienten representados? ¿por qué estamos en el saco de todos somos iguales? ¿por qué no somos capaces de que confíen en nosotros? ¿por qué no somos capaces de escuchar, de mezclarnos, de aglutinar? Seguimos muchas veces con un discurso que no llega, que se quedó anticuado, que se quedó en los tópicos de la lucha antifranquista. Un tío de 20 años no quiere que le llames camarada, ni compañero, ni proletario. Quiere que le hables en su lenguaje, en el 2.0, no en el lenguaje del manifiesto de Marx. Tenemos que reflexionar, que pensar... Tenemos que hacer la revolución!

ayyy, y no tengo ni idea cómo empezar, y no sé cómo hacerlo... por ahora recojo los metros y metros de piel que nos dejamos en este trecho, y allá voy con ella en la mochila, para desplegarla allá donde vaya. Porque la lucha no tiene dueño, ni etiquetas, ni lugar. La lucha va, allá donde vayamos...

Esta noche soñé. Estaba bajo el sol de algún sur. Podía sentir las cosquillas de la arena en mi mano enterrada, deslizándose entre los dedos. Pude sentir la tibieza del sol sobre mi torso desnudo, sobre mi piel caliente y seca. Pude escucharme reir, sentada a la orilla del mar, mientras las cariocas de colores se movían a tu ritmo. Chocaban unas contra otras, pero volvías a empezar, y el sol bajo de la tarde se convertía en intermitente entre los lazos de colores que giraban tras tus muñecas. Entonces las lanzaste lo más alto que pudiste, y corriste a mi regazo. Y en ese momento, sentí un beso en la tripa. Me acariciabas la piel tersa y brillante, suave, pero ya no era para mí, era para alguien, alguien nuevo, .

Y es que nadie puede arrebatarnos la capacidad de soñar...

martes, 17 de mayo de 2011

yo también

prólogo de José Luis Sampedro. INDIGNAOS!! de Stéphane Hessel


Yo también nací en 1917. Yo también estoy indignado. También viví una guerra. También soporté una dictadura. Al igual que Stéphane Hessel, me escandaliza e indigna la situación de Palestina y la bárbara invasión de Irak. Podría aportar más detalles, pero la edad y la época bastan para mostrar que nuestras vivencias han sucedido en el mismo mundo. Hablamos en la misma onda. Comparto sus ideas y me hace feliz poder presentar en España el llamamiento de este brillante héroe de la Resistencia francesa, posteriormente diplomático en activo en muchas misiones de interés, siempre a favor de la paz y la justicia.
¡INDIGNAOS! Un grito, una toque de clarín que interrumpe el tráfico callejero y obliga a levantar la vista a los reunidos en la plaza. Como la sirena que anunciaba la cercanía de aquellos bombarderos: una alerta para no bajar la guardia.
Al principio sorprende. ¿Qué pasa? ¿De qué nos alertan? El mundo gira como cada día. Vivimos en democracia, en el Estado de Bienestar de nuestra maravillosa civilización occidental. Aquí no hay guerra, no hay ocupación. Esto es Europa, cuna de culturas. Sí, ése es el escenario y su decorado. Pero ¿de verdad estamos en una democracia? ¿De verdad bajo ese nombre gobiernan los pueblos de muchos países? ¿O hace tiempo que se ha evolucionado de otro modo?
Actualmente en Europa y fuera de ella, los financieros, culpables indiscutibles de la crisis, han salvado ya el bache y prosiguen su vida como siempre sin grandes pérdidas. En cambio, sus víctimas no han recuperado el trabajo ni su nivel de ingresos. El autor de este libro recuerda cómo los primeros programas económicos de Francia después de la segunda guerra mundial incluían la nacionalización de la banca , aunque después, en épocas de bonanza, se fue rectificando. En cambio ahora, la culpabilidad del sector financiero en esta gran crisis no sólo no ha conducido a ello; ni siquiera se ha planteado la supresión de mecanismos y operaciones de alto riesgo. No se eliminan los paraísos fiscales ni se acometen reformas importantes del sistema. Los financieros apenas han soportado las consecuencias de sus desafueros. Es decir, el dinero y sus dueños tiene más poder que los gobiernos. Como dice Hessel, "el poder del dinero nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general".
¡INDIGNAOS!, les dice Hessel a los jóvenes, porque de la indignación nace la voluntad de compromiso con la historia. De la indignación nació la Resistencia contra el nazismo y de la indignación tiene que salir hoy la resistencia contra la dictadura de los mercados. Debemos resistirnos a que la carrera por el dinero domine nuestras vidas. Hessel reconoce que para un joven de su época indignarse y resistirse fue más claro, aunque no más fácil, porque la invasión del país por tropas fascistas es más evidente que la dictadura del entramado financiero internacional. El nazismo fue vencido por la indignación de muchos, pero el peligro totalitario en sus múltiples variantes no han desaparecido. Ni en aspectos tan burdos como los campos de concentración (Guantánamo, Abu Gharaib), muros, vallas, ataques preventivos y "lucha contra el terrorismo" en lugares geoestratégicos, ni en otros mucho más sofisticados y tecnificados como la mal llamada "globalización " financiera.
¡INDIGNAOS!, repite Hessel a los jóvenes. Les recuerda los logros de la segunda mitad del siglo XX en el terreno de los derechos humanos, la implantación de la Seguridad Social, los avances del Estado del bienestar, al tiempo que les señala los actuales retrocesos. Los brutales atentados del 11-S en Nueva York y las desastrosas acciones emprendidas por Estados unidos como respuesta a los mismos, están marcando el camino inverso. Un camino que en el primer década de este siglo XXI se está recorriendo a una velocidad alarmante. De ahí la alerta de hessel a los jóvenes. Con su grito les está diciendo: "Chicos, cuidado, hemos luchado por conseguir lo que ahora tenéis, ahora os toca a vosotros defenderlo, mantenerlo y mejorarlo; no permitais que os lo arrebaten".
!INDIGNAOS¡, luchad, para salvar los logros democráticos basados en valores éticos, de justicia y libertad prometidos tras la dolorosa lección de la segunda guerra mundial. Para distinguir entre opinión pública y opinión mediática, para no sucumbir al engaño propagandístico. "Los medios de comunicación están en manos de la gente pudiente", señala Hessel. Y yo añado: ¿quién es la gente pudiente? Los que se han apoderado de lo que es de todos. . Y como es de todos, es nuestro derecho y nuestro deber recuperarlo al servicio de nuestra libertad.
No siempre es fácil saber quién manda en realidad, ni cómo defendernos del atropello. Ahora no se trata de empuñar las armas contra el invasor ni de hacer descarrilar un tren. El terrorismo no es la vía adecuada contra el totalitarismo actual, más sofisticado que el de los bombarderos nazis. Hoy se trata de no sucumbir bajo el huracán destructor del "siempre más", del consumismo voraz y de la distracción mediática mientras nos aplican los recortes.
¡INDIGNAOS!, sin violencia. Hessel nos incita a la resurrección pacífica evocando figuras como Mandela o Martin Luther King. Yo añadiría el ejemplo de Ghandi, asesinado precisamente en 1948, año de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de cuya redacción fue partícipe el propio Hessel. Como cantara Raimon contra la dictadura: Digamos NO. Negaos. Actuad. Para empezar, ¡INDIGNAOS!


miércoles, 4 de mayo de 2011

poesía cumpleañil pa Raquelina

Hola, hola caracola!
Es tu día y no estás sola!
Hoy me levanté poetisa,
a pesar de tener mucha prisa,
así que óle y óle mi suerte,
que es tu cumple, vaya fuerte!!!

Así que neña de La Felguera,
habrá que brindar hasta borrachera,
que no todos los días son 4 de mayo,
que no tolos días fae un sol del carayo.

Que feliz, feliz cumpleaños,
que estás linda por dentro y por fuera,
que apetece pegarse unos baños,
y vivir este día de primavera.

Que la risa se escuche en Gandía,
que los abrazos te salgan por las orejas,
que disfrutes mucho de tu día,
que celebres, llena de besos hasta las cejas.

Un beso muy grande y felicidades,
que estás llena de grandes tesoros,
que tienes amor y salud a raudales,
y al carajo todos los lloros!!!!!!!!!!!!

FELIZ CUMPLEAÑOS NENINA!!!!!!!!